Como uno de los cinco pueblos que conforman la región italiana de Cinque Terre, Manarola es el segundo más pequeño, con un pequeño pueblo de poco más de 350 habitantes. Gracias a los monumentos de la zona, también se considera el más antiguo de todos y, con el tiempo, se ha ganado una reputación por su pesca y la elaboración de vino. Con más vides que cualquiera de sus pueblos vecinos, el vino dulce Sciacchetrique se produce en el pueblo se considera el vino de mayor calidad de la región. Hay una famosa calle de los enamorados, conocida como Via dell Amore, un sendero excavado en la roca justo por encima del mar que une Manarola con su vecina Riomaggiore.
Construida en torno a la cima y los lados de un macizo rocoso a unos 70 metros sobre el nivel del mar, los edificios aquí tienen un aire más a atardecer que al tradicional color caramelo de un pueblo costero italiano, con tonos naranjas, blancos y amarillos. No hay playa, pero desde el pequeño puerto del pueblo se puede nadar (el pueblo es conocido por ser un excelente lugar para nadar en aguas profundas), hacer snorkel o alquilar un gommone (una pequeña embarcación), así como tomar un ferry a otros pueblos de Cinque Terre. Si se aloja en la ciudad durante unos días, muchos de los hoteles y apartamentos ofrecen vistas espectaculares, así como el ambiente relajado y acogedor que se espera de un pueblo tradicional italiano.
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