Jamaica representa el ambiente relajado por excelencia a la hora de elegir un destino vacacional. Desde las playas de arena blanca de ensueño, las palmeras a la sombra y los chiringuitos que sirven ponche de ron con música reggae de fondo, la relajación está a raudales. Su glorioso clima caribeño significa que rara vez hay un mal momento para visitar la isla, con temperaturas que rondan los -1 °C la mayor parte del tiempo (aunque se suele recomendar evitar el pico del verano, entre julio y agosto, debido a la temporada de huracanes).
Además de ofrecer un ritmo de vida más tranquilo, Jamaica también está llena de historia gracias a su pasado colonial. Plantaciones y mansiones del siglo XVIII se encuentran por toda la isla, pero si visitas la capital, Kingston, es allí donde la historia cobra vida. Las calles de Kingston rebosan de arquitectura antigua y museos que narran la historia de Jamaica.
La bandera de Jamaica es bastante singular: consiste en una cruz dorada que la divide en cuatro secciones de color verde y negro. Se cree que es la única bandera nacional que no contiene los colores rojo, blanco ni azul. Se introdujo en 1962 y una interpretación anterior de los colores fue "Hay dificultades, pero la tierra es verde y brilla el sol", según una declaración en un documento ministerial.
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